EL OFICIO DE PANADERO
Recientemente nos ha llegado al archivo histórico de Viena Capellanes la imagen de un documento que acredita la filiación de un trabajador al Montepío de Obreros Panaderos y Similares de Madrid. El documento en cuestión fue expedido en la capital en enero de 1915 y certifica la filiación del compañero Nicolas Revuelto Pomares como socio número 21.
El oficio de panadero debe ser de los más antiguos de la historia de la humanidad y también las asociaciones de panaderos reunidos para apoyo mutuo. Sabemos, de hecho, que en Roma ya contaban con este tipo de agrupaciones en las que se fijaban tanto los beneficios como las obligaciones de los afiliados en pro de una buena convivencia entre ellos y con la sociedad, puesto que el pan era uno de los productos básicos de la alimentación popular.
Algo que nos parece ahora tan simple era mucho más complejo en la época de la que data el documento del Montepío. La organización interna del cuerpo de panaderos era muy jerarquizada. Cada uno tenía su papel en función de su edad, experiencia y especialización en el proceso.
En cualquier tahona madrileña podíamos encontrar a los siguientes personajes: el oficial de pala, el oficial de masas, el aprendiz de peso, el aprendiz, el chivo, el maquinista, el muchacho y el cayolo. Este último era el que tenía las ocupaciones más variadas a lo largo del día, puesto que lo mismo acarreaba agua para la artesa, que cortaba masa, le daba forma o transportaba la leña del carro a la leñera. Observando fotos de la época comprobamos que el trabajo se hacía codo con codo y de manera sincronizada para evitar que un error diera al traste con una hornada completa. Por ello, todas y cada una de las funciones quedaban especificadas en el reglamento de elaboración del pan y la relación era intensa entre los trabajadores que, incluso, mantenían el sistema de cama caliente, puesto que pernoctaban en las tahonas y hacían turnos para asegurar dos y tres hornadas diarias, incluida la de la noche.
Gracias al documento que aquí mostramos hemos averiguado también algo que no sabíamos del propio funcionamiento interno. Los panaderos se especializaban no solo en distintas fases del proceso de fabricación del pan, sino también en diferentes secciones. Esto fue así en Madrid, al menos, desde la introducción del pan de Viena en la ciudad, que como contamos en alguna otra de nuestras anécdotas, fue traído a España por los fundadores de Viena Capellanes, que patentaron la fórmula de este pan a finales del siglo XIX. Desde entonces, los trabajadores del pan se especializaban en el pan de Viena o en el candeal, y así quedaba estipulado en sus carnets de filiación sindical, para evitar intromisiones.
Probablemente era un intento por proteger a los especialistas y evitar competencias de otros sectores, pero indica también el cuidado con que se hacía cada tipo de pan, con el fin de evitar imitaciones y superarse cada día frente a la competencia, que por aquellas fechas era muy intensa, al tratarse de un producto básico en la alimentación de la época.
Nota: Agradecemos a D. Eduardo Carrera, bisnieto del panadero que citamos, que amablemente nos ha facilitado alguna documentación que empleamos en esta anécdota. Como dato interesante que también nos ha aportado, obtenido del padrón municipal de su familia del año 1925, el jornal diario de un panadero de la época ascendía a 6,50 pesetas, con lo que mantenía a una familia de 7 miembros.
3 comentarios
Muchas gracias por el articulo. Me ha gustado mucho de veras. En el padron que comentas pone que mi bisabuelo trabajaba en la panaderia de la calle Malasaña 22. ¿Alguien sabe que panaderia podria ser? Ignorante de mi escribi a Viena Capellanes pensando que Nicolas habia trabajado en Viena Capellanes, sin yo saber que lo de Viena era un tipo de pan, en referencia a la Seccion de Viena indicada en el carnet de filiación.
La fecha que aparece en el carnet de ingreso en Enero de 1915, ¿que significa? ¿Significa que se filio en esa fecha o que empezo el oficio de panadero en 1915?
Estimado Eduardo, gracias por tus comentarios. Aparentemente la fecha parece ser la de afiliación al sindicato.
No creo que resulte fácil localizar la tahona en la que trabajó tu bisabuelo, pues en aquellos años había numerosas tahonas, muchas de ellas incluso con el nombre Viena. Este nombré proviene del de este tipo de pan, característico del centro de Europa, que se consideraba un producto de lujo en relación con otros panes más bastos que eran los más habituales hasta la introducción del de Viena. No obstante, fue nuestra empresa, Viena Capellanes, la que introdujo en España esta clase de pan, y que disfruto de la patente para su fabricación en exclusiva durante 10 años, que se prolongaron alguno más como consecuencia de la pésima situación económica que a finales del siglo XIX ocasionaron en la época las guerras carlistas. Finalizada la patente, la fabricación de este tipo de pan se generalizo y surgieron numerosos imitadores que incluso adoptaron la denominación Viena.
Muchas gracias por la interesante información que nos has facilitado, que resulta del mayor interés para nuestro archivo histórico.
Un saludo
Viena Capellanes